22 de mayo de 2010

Ulises resurrecto

Es cierto: siempre afirmas callando lo que sientes;
no embridas la tristeza para esquivar su grito,
y al llanto que descubren tus lágrimas recientes
las alas que le brotan lo embriagan de infinito.

Se alargan como sierpes las sombras que censuras;
en cárceles de vida tus páginas se ahogan;
la soledad te acecha con trampas que apresuras
y, a punto de exiliarse, los sueños te interrogan.

Si, como Ulises, nadie serás mientras la noche
junto a tu piel desate las brumas de su coche,
¿qué buscas en las aguas que el cíclope maldijo?

Sobre la mar, infecta de Poseidones graves,
divísanse las velas henchidas de tus naves
y en Ítaca te aguardan Penélope y tu hijo.



1 comentario:

Pablo Amaya, letras y mas letras dijo...

saludos poeta, me hizo recordar tu poema odiseo cuando mato al ciclope provocando la ira de poseidon, saludos hermano y mi maestro en el curso